#427. Los recursos en Educación Física: ¿aliados o una trampa mortal?
Hoy hablamos de recursos en Educación Física… y puede que lo que voy a decir te haga replantearte muchas cosas. Porque, aunque parezca mentira, los recursos pueden ser tu mayor aliado o la mayor trampa en tu docencia.
¿Qué vamos a ver?
1. La pregunta que más me hacen sobre recursos en la newsletter.
2. Peligro: quedar preso.
3. El buen uso de los recursos y ejemplos prácticos.
4. Las 3 preguntas clave que tienes responder antes de utilizar ningún recurso
Y al final del episodio te contaré cómo puedes asegurarte de que usas los recursos de la mejor manera posible».
Vamos allá.
La pregunta que más recibo sobre recursos
Rara es la semana que no recibo en la newsletter alguien que me pregunta cosas de este estilo:
- ¿Cuál es la mejor app para evaluar?
- ¿Cuál es el mejor cuaderno digital del profesor iDoceo o Additio?
- ¿Qué herramienta recomiendas para la iniciación deportiva?
- ¿Es mejor gamificar con cartas físicas o con aplicaciones digitales?
- ¿Me recomiendas una rúbrica o una lista de cotejo?
- ¿Strava o MapMyRun?
- Etc.
Y estas preguntas esconden un problema.
Y el problema es que cuando nos obsesionamos con los recursos, en muchas ocasiones, olvidamos lo realmente importante.
Te pongo un ejemplo.
Un compañero me escribió diciendo que le costaba evaluar con TeacherKit y me preguntaba por otra aplicación.
¿La solución era cambiar de app? No. La solución era primero entender qué quería evaluar y luego buscar la herramienta, el recurso, adecuado.
¿Por qué?
Porque si no sabes qué necesitas, puedes acabar con una herramienta increíble… que no te sirve para nada.
Como ves, el problema no es el recurso. El problema es cómo lo usas y si realmente responde a lo que tú necesitas.
Un tenedor puede ser un recurso fantástico para alguien que quiere pinchar algo de un plato, pero puede ser un recurso nefasto para alguien que quiere coger un caldo de un plato.
Esa es la idea. No es el recurso, sino el qué quieres conseguir con ese recurso.
Peligro: quedar preso de los recursos
Y los recursos tienen un peligro, del que se habla poco, y es que a veces, te puedes quedar atrapados en ellos. Puedes quedar preso de ellos y ser tú el que se adapte a ellos en lugar de ser el recurso el que se adapte a ti.
Por ejemplo.
Si te compras una baraja de cartas con juegos de condición física y, en vez de adaptar el contenido a tus estudiantes, obligas a usar todas las cartas porque ya vienen en el recurso que has comprado.
Error.
La baraja de cartas comprada puede ser muy atractiva, pero si por lo que sea no se adapta a los objetivos que tú persigues, los estudiantes echarán un rato agradable, pero tu propósito como docente, es posible que no se cumpla.
Otro ejemplo.
Recuerdo un profe que me escribió para decirme que se había introducido en la gamificación porque a sus alumnos les motivan los puntos, las insignias y esas cosas. Empezó y, al cabo de un mes, estaba agobiado porque tenía que seguir dándoles recompensas constantemente a sus alumnos.
¿Por qué pasó esto? Porque se enfocó en los recursos, pero no en el propósito educativo.
Un recurso no debe dictar tu forma de enseñar, te debe ayudar, pero no decir lo que tienes que hacer. El que debe dictar cómo usar el recurso debes ser tú. Y ese es el peligro que tienen los recursos. En Primaria lo vemos con bastante frecuencia cómo se queda preso del libro de texto.
La clave para el buen uso de los recursos y ejemplos prácticos
La clave no es el recurso sino el para qué usas el recurso.
Un recurso puede ser increíble o no servir para nada. Todo va a depender de si tiene sentido para ayudarte a conseguir tus objetivos, si tiene sentido dentro de tu planificación.
De nada sirve tener «la mejor rúbrica de evaluación del mundo» si tus alumnos no la conocen.
De nada sirve utilizar como instrumento de evaluación la «mejor rúbrica del mundo» si tus alumnos no la conocen, si no se la has explicado. Ese recurso puede ser fantástico pero podría oler a podrido.
¿Por qué? Porque el espíritu de la rúbrica es ser transparente con tu alumnado, y si le ocultas esa información, entonces, el recurso puede ser muy bueno para ti, pero no para ellos. Por tanto no es solo el para qué, sino también el cómo lo utilizas.
¿Te suena eso de «la velocidad sin control, no sirve de nada»?
Pues algo parecido ocurre con los recursos.
«Los recursos sin saber por qué ni cómo se utilizan no sirven de nada».
Grábatelo a fuego.
Las 3 preguntas clave que tienes responder antes de utilizar ningún recurso
Hay muchos recursos, infinitos, así que no te dejes llevar por el recurso brillante.
Mi recomendación es que antes de usar un recurso, te hagas estas preguntas:
- ¿Por qué lo quiero usar?
- ¿Cómo lo voy a integrar en mis clases?
- ¿Qué haré si no funciona como esperaba?
Si no puedes responder a esas preguntas, quizás el problema no es el recurso, sino la planificación. La claridad en aquello que quieres conseguir.
Por tanto, ante la pregunta que muchas veces recibo en la newsletter (puedes apuntarte aquí) sobre ¿qué recurso es mejor? suelo contestar «depende de lo que necesites».
Si me dices lo que buscas, entonces, sí podré ayudarte yo o cualquier otra persona.
A más concretos seas con el para qué de algo, más fácil te es encontrar a ti la respuesta y que cualquier persona pueda ayudarte de forma más precisa.
Y lo último.
También veo a gente que es muy fan de algún recurso (sobre todo de apps) y quiero decir que esto no son equipos de fútbol, ni religiones, ni partidos políticos ni nada de eso. No te cierres puertas. Es raro que una mismo recurso te dé todo lo que necesites.
Resumiendo
Para terminar quiero que te quedes con esto:
- No te enamores de los recursos, enamórate de tu objetivo educativo.
- Cualquier recurso puede ser increíble o basura, según cómo lo uses.
- Antes de elegir una herramienta, pregúntate si realmente encaja con lo que necesitas.
Y lo último (y quizás más importante):
El mejor recurso eres tú.
La mejor herramienta que tienes no es una app, ni una rúbrica, ni una baraja de cartas. Eres tú.
Tú eres el que le da sentido a toda la labor educativo. El uso de los recursos es solo una pieza más dentro de la labor. Pero el que dirige y le da sentido a todo, ese eres tú.
Si tienes claro tu propósito, siempre encontrarás la forma de llevarlo a cabo.
Y recuerda:
Tú eres el mejor recurso que jamás tendrás en tus clases. Y lo mejor, es un recurso que puedes vitaminar. Un recurso que puedes hacerlo cada día mejor. Como una app que se va actualizando y añadiendo mejoras. Pues igual.
Pasa un gran día.
Kisco.
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