Curso Flipped Classroom #3: vídeos interactivos

En esta tercera clase del curso de Flipped Classroom aprenderemos a crear vídeos interactivos para que el alumnado sea un agente activo en el aprendizaje a través del vídeo.

Vimos en la clase anterior la importancia del vídeo y cómo poder hacer para grabar clases en formato vídeo. Ahora toca ir un paso más allá y hacer partícipe activo a la persona que está viendo la clase.

Veamos qué nos aporta y en qué consiste para pasar posteriormente a cómo poder hacerlo.

Como has podido ver, la interactividad no es algo nuevo, sino que ya se hacía con otros formatos mucho menos sofisticado que el vídeo.

Ahora la pregunta sería: ¿cómo podemos hacerlo a nivel técnico?

Vamos a ver cómo hacerlo paso a paso, primeramente de un modo “medio interactivo” por aquello de ir poco a poco.

¿Fácil, verdad? Con algo tan simple, ya tenemos nuestro video “medio interactivo”.

Pasemos ahora a ver el vídeo interactivo propiamente dicho y cómo poder hacerlo con diferentes herramientas.

Pues ya lo habéis visto, un par de herramientas que permiten que el vídeo se pare en un momento dado y el alumnado tenga que responder alguna pregunta, hacer alguna reflexión, que le salte alguna advertencia, etc. etc.

Ahora bien, ¿se puede ir un paso más allá?

¡Por supuesto que sí! Podemos hacer incluso que el alumnado tenga que elegir qué camino coger, que formación realizar en función de sus intereses.

Imagina que estás dando malabares y les enseñas al alumnado un vídeo y antes de seguir avanzando, le preguntas por dónde quieren comenzar en función del material que les guste: bolas de arroz, mazas, pelotas de tenis,… Pues bien, se puede.

¿Magia? Veamos cómo hacerlo porque es realmente potente ya que se puede personalizar el camino del aprendizaje.

De este modo, es imposible que el alumnado sea un mero actor pasivo ya que tiene que interactuar con el contenido.

¡Ya lo veis! Gracias a este sistema, no solo podemos hacer que el vídeo se pare y recoger información para poder proseguir, sino también nos permite crear diferentes trayectorias formativas con un mismo objetivo de aprendizaje, y que cada persona decida su propio camino.

Para verlo claro, os propongo dos tareas:

• Coge un vídeo que exista y que no hayas creado tu, y haz que sea tu voz la que narre lo que ocurre en el vídeo.
• Integra en ese mismo vídeo dos preguntas: una en el segundo 32’’ y otra en el minuto 1’ 14’’.
• Haz o coge un vídeo corto sobre alguna temática y pregunta si es novato o experto en el tema y en función de lo que conteste que vaya a un contenido más avanzando o menos.
• Define un guión, a estilo mapa conceptual, para que el alumnado pueda navegar por los diferentes caminos en función de sus intereses.
• Haz un ejercicio en formato de reto ¿cuánto sabes sobre condición física?: novato, aprendiz, experto. En función de la respuesta muéstrale diferentes preguntas a realizar.
• Otro reto más. Pregúntale al alumnado ¿cuánto de atento has estado al vídeo? Y en función de lo que conteste (nada, poco, mucho) mostrarles unas preguntas u otras de menor o mayor dificultad. Y que pueda optar a más puntos en función de la dificultad. Es decir, si elige la opción “nada” que pueda conseguir solamente 6 puntos, si elige “poco” que pueda optar a 8 puntos, y si elige “mucho” que pueda optar a 10 puntos.

Cuando lo tengas, compártelo en el grupo de Facebook para que te podamos dar feedback y así compartir las ideas que pueden ser más que interesantes.

Como veis se acaba de abrir un “mundo nuevo”.

Y en la próxima clase toca el turno de ir dejando el lado más virtual a un lado y centrarse en lo que ocurre en clase. Ya se tienen las clases preparadas, el alumnado las ha visto (o no) y veremos cómo sería el paso a paso de una sesión, tanto si todo el grupo ha visto la clase, como si solo la han visto algunos.

Como siempre, si tenéis cualquier duda o pregunta, podéis mandarla a través del formulario de soporte de tu área personal. ¡Nos vemos en la siguiente clase! 🙂