Todo el mundo quiere ser un docente de EF respetado, pero casi todo el mundo utiliza juegos sin ton ni son. Es raro.

Educación física no es entrenar, tampoco es entretener.

Hola,

Si tienes interés en mejorar tu docencia utilizando el movimiento aquí te mostraré cómo.

Lo haré sencillo.

Pero antes de nada, debo decir que si buscas cosas tipo:

– Los mejores juegos de la historia mundial para educación física.

– Como mejorar el ambiente de tus clases con estos sencillos trucos.

– Como convertirte en el mejor rEFerente nacional en 14 días y 5 horas.

Venga, en serio…

Si buscas ese tipo de cosas, esta web no te gustará mucho. Quizás, nada. Y deberías dejar de leer aquí mismo.

Esto de la educación física es mucho más sencillo y no hay que insultar la inteligencia de nadie.

Se trata de utilizar el movimiento para educar. 

Da igual que sea para crear una coreografía, que para un teatro de sombras, que para trabajar la condición física, que para el trabajo de equipo, en fin, lo importante es utilizar todos los recursos para educar.

Educar. Entrenar, no. Entretener, tampoco.

Bien.

Otra cosa, cuando alguien se suscribe a mi lista recibe un mini ebook gratuito que incluye:

• La actitud (y una pregunta) de un novato en un equipo senior que apliqué a mi docencia y que fue una tabla de salvación para mí.
• Es una pregunta muy simple. Una pregunta que cuando la descubras quizás vayas corriendo a revisar tu docencia a ver si está todo en orden.
• Verás ejemplos concretos de diferentes facetas de la educación física. Se puede aplicar a todo.
• Y lo más importante… en 5 minutos y 14 segundos podrás aumentar la calidad de tu docencia. Si implementas lo que te voy a contar, claro.

Y como curiosidad…

• Dentro del ebook hay un enlace que te lleva a un lugar secreto donde encontrarás una de mis estrategias favoritas (y que mejor me ha funcionado, siempre).

Muy importante antes de suscribirse

Quiero que leas esto porque si te da pereza prefiero que no te suscribas. 

El primer mail que recibes después del mini ebook que te regalo, se llama “Ser docente sin ser indecente”.

Y ya está. 

A partir de hay recibes el email diario que toque.

Me habían comentado que es importante poner los testimonios, es decir, las cosas buenas que dicen de mi.

Estaría bien.

A ver. Recibo un montón de mails y me dicen cosas que a veces me ponen colorado y la sonrisa en la cara que me dura todo el día. Pero claro, también los recibo del otro tipo, ya sabes.

¿Cuál crees que pondría aquí? Pues eso, los que me sacan la sonrisa 🙂

Bien.

De momento, mando un mail todos los días. Diario. Esto lo único que requiere es un poco de constancia.

El caso es que en mis mails hablo de educación, de educación física, de series, de noticias, de anécdotas y un poco de lo que me da la gana en general, la verdad. Y también incluyo una oferta comercial, actualmente para vender mis cursos de TOP Evaluación, Objetivo Gamificar y la membresía de la ComunidEF, en todos mis mails.

En estos emails no es raro encontrarse con una opinión no deseada.

¿Mi opinión no solicitada de hoy?

Que la educación física puede llegar a ser muy cruel. Así, tal cual. 

¿Por qué? Te cuento una anécdota.

Calle de Alcalá. Madrid.

Aprovechando una estancia para impartir una formación, me apunto a una visita guiada.

No conocía a nadie.

Había momentos en los que teníamos que desplazarnos de un lugar a otro y no había que atender a la guía.

Durante uno de estos trayectos, caminaban a mi lado dos personas: Mamen y Arcadia (luego me enteré de sus nombres).

Iba tranquilo. En mi mundo. De repente, escucho la pregunta:

– ¿A que te dedicas?

No sabía si era realmente a mí. Pero cuando estuve seguro no me lo pensé dos veces y dije ilusionado:

– Soy maestro de educación física – quizás pensando que los de EF siempre somos los guays y caemos bien.

Pero no fue así. Lo noté de inmediato nada más pronunciar a qué me dedicaba.

Las caras les cambió, a ambas, por unos segundos.

Y estaba convencido que en sus cabezas se había producido una asociación nada agradable con lo que respecta a la EF.

Pero no podía entender por qué.

Me lo explicaron muy por encima y… uffff ¡no daba crédito! 

Mamen y Arcadia llegaron a decirme cosas como:

– “Los peores días de la semana cuando era pequeña eran los que tenía EF”

– “Me levantaba pensando en poner una excusa y quedarme en clase”

– Yo odiaba la educación física. Ha sido la asignatura que más he odiado.

Ambas coincidían en la mala, malísima experiencia que les supuso la EF en su niñez. 

Y cada una era de su padre y de su madre. Quiero decir, que no es que fueran al mismo cole con el mismo maestro.

Menos mal que no me puse desde el principio a la defensiva (como había hecho en otras ocasiones) por que si no, no hubiera captado la esencia de aquellas dos historias que el ¿destino? ponía en mi camino justo después de impartir una formación a otros compañeros y compañeras y salir pensando que la EF es mágica.

Cierto, tiene magia, pero se me olvidó que esa magia está en manos de personas. Y cada una es como es.

Terminamos tomando unas cervezas con una tertulia de lo más interesante de por medio.

Una cerveza más.

Otra.

Una última.

Bueno, pues de eso va todo esto.

Tienes que hacer que la experiencia de las personas a las que des clase esté lo más alejada de la que tuvieron Mamen y Arcadia, sin perder de vista que les pueda ser útil para su día a día.

Hay gente que esto lo entiende y que genera buenas experiencias de aprendizaje, y otras prefieren estar todo el día entrenando o montando “circos” para las redes sociales que solo sirven para entretener a todo el mundo.

Y nada, si te has molestado en leer esto hasta el final, es posible que te apetezca suscribirte.

Si lo haces recibes el libro de la actitud de novato en un equipo senior y su pregunta secreta. Un día que fuimos a jugar al voleibol a Gran Canaria y nos encontramos con la celebración del WOMAD en la playa. Los veteranos querían, ya sabes, hacer alguna novatada…

Pasa un gran día.

Kisco.