Programación didáctica en educación física. ¿Cómo realizarla?

Hablemos de programar en esta ocasión y de si realmente es algo útil o inútil en educación física. De si solo sirve para satisfacer a la burocracia o tiene algún sentido hacerla como profes.

Pero antes de empezar te advierto.

Si vas a opositar (y sino también), evita los 7 errores clave que te restan puntos para optar a plaza en Educación Física (y que casi nadie te cuenta) a la hora de hacer tu programación.

En mi experiencia como vocal y presidente de tribunales varios años, nunca vi a nadie que cometiendo estos errores se llevara la plaza.

A partir de ahí, tú mismo.

Dicho esto, vamos con el tema de la programación.

Anticipo y aclaración rápida

Hacer una programación es como hacer un puzzle. Hay puzzle con pocas piezas y con muchas. A más piezas más difícil es hacer el puzzle.

Hasta aquí ninguna duda.

¿Pero todas las programaciones tienen las mismas piezas?

No.

Una sesión es más fácil de programar que una unidad didáctica (o situación de aprendizaje). Y una situación de aprendizaje más fácil que una programación anual.

Igual que un puzzle. A más piezas mayor dificultad.

Así de simple.

Entonces. Lo bueno es que dominando la programación anual, dominas el “mundo educativo” (a nivel de planificación, luego está la fase de ejecución que es otra cosa mariposa).

¿Me sigues?

Si haces un puzzle de 1000 piezas, el de 10 te va a parecer tirado. 

Pues igual en el ámbito de la programación.

Y ahora vamos a ver quién está equivocado, si los deportistas profesionales que planifican su trabajo (incluso en ciclos olímpicos de 4 años) o algunos compañeros que se quejan de que hacer una programación a nivel educativo no tiene sentido y que solo es burrocracia.

Lo mismo te suena raro, pero hay muchas personas que hacen su programación, se olvidan de ella, la guardan en un cajón para coger polvo y las arañas anidan en ellas en algún cajón de alguna mesa. 

No digo que este sea tu caso, pero créeme, esa leyenda negra ocurre.

Hoy veremos cómo hacer una programación (con la profundidad que nos deja un artículo, no más) y a que sepas por dónde comenzar.

Amarás y desearás programar (no, no es un Mandamiento, pero bien podría serlo, jjj).

Empecemos por lo primero.

¿Qué es una programación didáctica?

No es más que la organización de un curso concreto durante un año escolar para conseguir unos objetivos concretos.

O dicho de otra forma, planificar acciones educativas, de forma coherente, para llevar al alumnado a una mejor versión de sí mismos.

Lo primero que hay que hacer antes de empezar a programar el curso es ver qué nos dice la normativa actual (primer nivel de concreción y primer “jefe”) y después el centro educativo (segundo nivel de concreción y segundo “jefe”).

Una vez visto lo que se nos pide, tanto a nivel normativo como de centro, es el momento de ir elaborando nuestra programación didáctica que comienza con redactar unos objetivos educativos a conseguir.

Es en base a estos objetivos que se articulan el resto de elementos curriculares.

Pero ojo, no se trata de copiar y pegar lo que dice la LOMLOE. Se trata de que tú definas tus propios objetivos en función de la normativa, el centro educativo en el que estés y el grupo de alumnos al que se dirige la misma. 

¿De qué me sirve hacer un copia y pega de los objetivos (de etapa), de los saberes básicos, de las competencias clave y específicas o de los criterios de evaluación?

No tiene ningún sentido. Al menos yo no se lo veo.

¿Por qué?

Porque si quiero leer estos elementos curriculares, los tengo en la normativa (LOMLOE, Real Decreto o decreto/orden de tu comunidad).

¿Para qué duplicarlos en la programación?

Lo mismo ocurre con las líneas pedagógicas u objetivos del centro. 

¿Tiene sentido copiar y pegar?

Pues no.

El centro tendrá los suyos y tú desde educación física tendrás los tuyos.

Di cómo vas a contribuir a dichos objetivos del centro y del currículum desde la planificación de las clases de educación física.

Menos ruido y más nueces.

Perfecto, ya tenemos hecha la contribución a nuestros dos jefes, la normativa (LOMLOE, R.D., decreto…)  y al centro (líneas pedagógicas).

También te digo.

No solo hay que tener en cuenta el currículum y el centro educativo para establecer los objetivos de tu programación. Otros dos elementos importantísimos es el contexto del alumno y el grupo clase.

¿Ves por lo que te decía que una programación es como un puzzle de muchas piezas?

(Pero. Pero entre tú y yo, cuando lo dominas, la satisfacción y utilidad… ¡es enorme! -aunque ahora mismo te cueste creerlo-).

Todo eso lo metemos en el cóctel para que salgan unos buenos objetivos educativos.

Y hay que ponerle mimo a estos objetivos. Porque sin objetivos… ¿a dónde te diriges?

No es lo mismo programar unos objetivos para un alumnado que vive en un entorno rural, que para otro que viven en la ciudad. 

No es lo mismo (aunque nos gustaría y facilitaría mucho el trabajo).

Pero tampoco es lo mismo una programación para Usain Bolt que para cualquier otro velocista.

Incluso podríamos decir que tampoco es lo mismo programar dentro del mismo centro para 3ºA que para 3ºB.

Por ejemplo:

• Curso de 3ºA: alumnado con conductas disruptivas, con poca cohesión grupal.
• Curso de 3ºB: buen clima de trabajo y funciona muy bien dándole autonomía.

¿Lo ves?

Ni siquiera puedes hacer la misma programación para un mismo nivel. 

¿Qué quiere decir esto?

Pues que todas las programaciones deberían ser distintas. No digo completamente, pero sí cada una tiene que tener esos matices que respondan al grupo clase, al centro educativo y entorno en el que se esté y a la normativa vigente.

Es decir, aunque en todas las programaciones se hablen de las mismas cosas, todas hablan de objetivos, de competencias clave y específicas, de saberes básicos, de metodología, de evaluación… cada programación tendrá detalles y matices que sean propios para el grupo de personas al que se dirige.

Esto hace que cada programación sea única. No puede haber dos iguales.

Por tanto, tener esto en cuenta es primordial para poder establecer los objetivos del curso.

Visto esto, ¿tiene sentido comprar una programación? ¿Tiene sentido coger una plantilla y cambiar 2 cosas sin entender? ¿Tiene sentido cambiar el año a la portada de la programación? ¿Tiene sentido…?

¿Ves a Usain Bolt cambiar el año a la programación del año anterior y guardándola en un cajón?

No es necesario que me respondas. 

Otra cosa es que no sepas por dónde empezar, eso es más lógico porque a veces nadie nos ha enseñado a hacer una programación de forma seria y real. Si te interesa dominar esa gran habilidad de programar, puedes mirar aquí.

Ahora, veamos algunos ejemplos en las diferentes etapas de primaria y secundaria.

Programación didáctica en educación física primaria

Como has visto en el apartado anterior, para realizar una adecuada programación tienes que tener en cuenta los tres niveles de concreción:

• Normativa (LOMLOE, Reales Decretos, decretos… -primer nivel de concreción-).
• Proyecto de Centro (líneas pedagógicas, planes y proyectos, objetivos… -segundo nivel de concreción-).
• Alumnado (Intereses, nivel psicoevolutivo… -tercer nivel de concreción-).

¿Te acuerdas que te dije que en una programación “bien hecha” en lugar de copiar y pegar, lo más lógico y sensato, era decir cómo contribuyes a los niveles de concreción?

Perfecto. 

Pues vamos a ver un ejemplo de cada uno de los niveles de concreción.

1er primer de concreción

Una cosa que suele pasar es que se personalizan poco las programaciones. Se les pone poco mimo, como si no sirvieran para nada…

Y claro, pasa lo que pasa..

Que cuando se habla de normativa, por ejemplo, muchas programaciones suenan a lo mismo.

Por ejemplo, si listas la normativa que está vigente… algo así (extraído casi literalmente de una programación vista por ahí):

Según la aplicación de la Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, la normativa para el curso X es la siguiente:

• Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOMLOE).
• Real Decreto 157/2022, de 1 de marzo, por el que se establecen la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Primaria (o de Secundaria).
• Decreto XXX/YYYY, por el que se establece la ordenación y el currículo… de la Comunidad Autónoma Z.
• Orden de X de enero de XXXX,  por la que se desarrolla el currículo… de la Comunidad Autónoma Z.

¿Listar la normativa de esta forma aporta algo?

Lo mismo tú le ves el sentido, a mí me cuesta encontrarlo. 

¿No sería mejor decir cómo contribuyes desde tu programación a esa normativa?

Por ejemplo, si la LOMLOE habla de la inclusión educativa, di cómo la utilizas y dónde con un ejemplo claro y directo.

Si el Decreto de Madrid habla sobre el modelo comprensivo del deporte, di cómo lo vas a utilizar y cuándo.

Eso es personalizar. 

Y eso es lo que realmente ayuda a que la programación sea de verdadera utilidad en lugar de ser un documento burrocrático.

Con estos detalles y esta forma de proceder es como se personaliza una programación.

Por eso ninguna programación debería ser idéntica a otra, aunque se hable de los mismos elementos curriculares.

Bueno, pasemos al siguiente nivel.

2do nivel de concreción

Si la normativa (1er nivel de concreción) es la misma para todos los centros educativos de una comunidad…

…los centros educativos parte de una realidad social muy diferente  (contexto social, entorno, espacios…), evidentemente. Ningún colegio o instituto es igual a otro.

Están bajo el paraguas de la misma normativa (LOMLOE, Reales Decretos, Decretos…), eso sí, pero no son iguales.

Lo que se suele leer en la programaciones dentro de este apartado es lo siguiente:

El centro se encuentra en la ciudad X. Tiene una población de 20.000 habitantes y en su mayoría se dedican a trabajos del campo. Cercano al centro hay una biblioteca y una Iglesia.

Ahora te pregunto.

¿Que la población sea de 20.000 habitantes o de 10.000 afecta a tu programación? 

¿En algún momento vas a hacer uso de la biblioteca o de la Iglesia en tus situaciones de aprendizaje?

¿Qué sentido tiene ponerlo si luego no le das uso?

¿Aporta algo?

Contéstame tú mismo.

Solo te doy un consejo (y haces con él lo que consideres): si algo no lo vas a utilizar, no lo pongas.

¿Y qué tienes que poner entonces?

Aquello que sí tenga influencia en tus situaciones de aprendizaje.

Otra cosa.

Mira a ver qué dice el Proyecto Educativo en sus líneas pedagógicas, qué objetivos tiene, por qué metodología apuesta, a qué planes y proyectos está acogido…

Más cosas.

Mira también el ROF (depende de la comunidad en la que estés se llamará de un modo u otro), pero vamos, viene a ser el Reglamento de Organización y Funcionamiento del centro.

¿Más cosas?

Alguna más hay, pero con esto es suficiente.

Vamos a por último nivel, el grupo clase.

3er nivel de concreción

Si la normativa (1er nivel) afecta a todos los centros de la comunidad autónoma, el centro educativo y entorno (2º nivel) afecta a todo el centro completo, el grupo clase (3er nivel) es algo todavía más específico.

El consejo es el mismo.

Si has leído hasta aquí, lo puedes intuir.

Pon y resalta aquella información que afecte a tu programación, a tus situaciones de aprendizaje.

No es lo mismo describir el grupo de alumno en base a características (14 niños, 12 niñas, 1 con diabetes, 3 hacen deporte fuera, 1 le gusta la danza…), a ir diciendo cómo van a afectar esas cosas del grupo a tu programación y cómo las vas a tener en cuenta. Son cosas muy diferentes.

Al final todo es lo mismo.

Decir cómo afecta esa información a tu programación y cómo la vas a utilizar.

Parece fácil, pero no lo es.

¿Una vez hecho esto que vendría?

Los elementos curriculares

Cada elemento curricular también tiene sus niveles de concreción (pero no vamos a entrar en eso porque es profundizar mucho).

Ahora bien, te voy a decir qué elemento curricular es el más importante:

Los objetivos.

Pero ojo, volvemos a lo explicado anteriormente. Si nos toca elaborar el apartado de objetivos, no se trata de copiar y pegar los objetivos de la normativa en la programación.

A ver, tú puedes hacer lo que quieras, claro.

Pero.

¿Para qué quieres copiarlos en la programación cuando están en la normativa?

¿Aporta algo?

Te aconsejo que digas cómo contribuyes con tus objetivos a los de la normativa y a los del centro educativo.

Personalizar.

Así con todos los elementos curriculares: objetivos, competencias específicas, saberes, metodología, atención a la diversidad, evaluación, competencias clave…

Sí, con todos.

¿Te acuerdas lo que te decía del puzzle al inicio? Pues hacer una programación es el puzzle más complejo al que nos enfrentamos a nivel educativo.

Aún siendo complejo, si tienes los pasos exactos para hacer tu programación, resulta mucho más sencillo.

Programación didáctica en educación física secundaria

La programación de educación física de secundaria (ESO) tendría la misma estructura que la de primaria.

Mucha gente piensa que se programa de forma diferente, pero no. Es exactamente lo mismo. 

Obvio que cambian las actividades, las situaciones… pero igual que cambian entre 1º de Primaria y 6º de Primaria o entre 1º de la ESO y 4º de la ESO.

Pero los fundamentos, los principios que rigen una programación, la forma de planificar, es la misma. Exactamente la misma.

Sólo se trata de leer la normativa (LOMLOE, Reales Decretos, decretos…), los documentos del centro y saber cómo es nuestro alumnado para después personalizar, darle vida al documento.

Si lo haces así, será un documento fabuloso de trabajo que te ayudará (muchísimo) en tu labor profesional.

O si te vas a presentar a unas oposiciones, tendrás en tus manos un documento con una personalidad única, lo que sin duda, te va a acercar a tu plaza.

Programación didáctica para oposiciones de educación física

Ahora abramos otro melón, aunque lo vamos a cerrar pronto, la programación para las oposiciones.

¿Cómo se hace una programación para las oposiciones?

Exactamente igual que lo que hemos visto aquí.

En mis años estando detrás de los tribunales vi muchas, pero muchas programaciones de academias, de preparadores, de gente que la vendían por internet… y te puedo decir que un porcentaje muy elevado (las programaciones) tenían menos personalidad que un Teletubbi.

Todas con la misma estructura, todas diciendo lo mismo.

Y muchas cometiendo algunos de estos 7 errores que te cuento aquí y que te aconsejo que evites a toda costa (si quieres acercarte lo más posible a tu plaza).

Conclusión

Saber programar es una de las mejores habilidades que como profesional de la docencia puedas tener. Sin ir más lejos, todos los grandes deportistas cuentan con sus planificaciones.

Ahora bien, saber programar no es fácil (sobre todo si no tienes claro el proceso exacto). Es el puzzle de mayor número de piezas que hay en la educación. En la programación anual entran en juego un gran número de piezas curriculares, de características del centro, del grupo clase…

Si no sabes cómo comenzar, es probable que termines haciendo una programación al estilo Frankenstein y guardándola en un cajón cogiendo polvo.¿Cómo saber con exactitud cómo hacer una programación? ¿Qué pasos dar exactamente? ¿Por dónde empezar? ¿Cómo abordar cada uno de los apartados que la componen? ¿Cómo hacer que sea un documento de utilidad? ¿Cómo hacer que tenga personalidad propia?… mira aquí si quieres profundizar.