#244 Una sola cosa espero del congreso. Una sola
(Ahora te digo esa cosa).
Pero antes de nada, déjame deciros una cosa…
Muchísimas gracias por vuestro feedback. Por vuestras opiniones no solicitadas sobre las ponencias, sobre el congreso, sobre la organización, sobre los ponentes…
No quiero entrar en contar lo que conlleva montar algo así.. tampoco es importante.
Pero sea como sea quería darte las gracias por esas opiniones no solicitadas que me han llegado por redes sociales, por WhatsApp, pero sobre todo por email, que es mi canal de comunicación preferido.
Dicho esto espero que…
Espero que hayas disfrutado del congreso.
Espero que te haya sido interesante.
Espero que te haya abierto algunos caminos que transitar.
Espero que te haya podido.
Espero…
Espero…
Espero…
Pero lo que de verdad espero es una cosa:
Que pongas algo de lo visto en práctica. En tus clases. En el patio en el que das clase cada día.
Es la única manera de que todo este esfuerzo llegue al alumnado.
La única.
Al menos, yo, no conozco otra.
Y no solo eso.
Es la única forma de mantenerse vivo.
De mantenerse actualizado.
De no caer en las garras de la apatía, la desidia, la inercia, la indiferencia, la desgana, el uffffff… uffffffff…
¿Sabes de esa sensación que tienes cuando te sientes policía sobre el patio del colegio?
¿O cuando te notas monitor en horario escolar dentro de un centro escolar?
¿O cuando copias y pegas cosas vistas por aquí y por allí sin sentido?
Mira.
El otro día recibí un correo de Raül y me llegó.
Me llegó y emocionó.
Porque me hizo recordar una etapa de mi docencia de la que no estoy nada orgulloso.
Cero orgulloso, (pero que me gusta recordar de vez en cuando).
Copio y pego lo que me decía Raül.
“Buenas noches.
Me acabo de inscribir con el pase vip al congreso de metodologías activas para mirar de sacarle el máximo provecho.
Te quería comentar mi inquietud. Llevo varios años ejerciendo de profesor de educación física, siguiendo y fijándome en unidades didácticas que me van dejando por aquí y por allí y algunas cosas que he visto en internet.
La verdad es que estoy muy cansado de reproducir y parecer un policía o un monitor por la pista polideportiva y no ver que en el fondo estoy enseñando a mis alumnos y no están aprendiendo nada conmigo porque es como si vinieran a pasar el tiempo y distraerse.
Y esto me acaba quemando hasta el punto que no tengo ganas ni de ponerme delante de ellos a hacer clase. Me he sentido identificado con algunas cosas que has escrito en tu blog y en los correos que voy recibiendo por tu parte en estos días.
Es por ello que me gustaría consultarte que…
…Muchas gracias.
Atentamente,
Raül
Una cosa está clara.
Ir a trabajar así es, cuanto menos, poco agradable (por no decir una m¡erda).
Poco creo que es mucho.
Pareciera que por ser docentes de EF hay que ser siempre los guays, tener mucha energía, hacer las cosas más locas…
…y no, no es así.
No somos máquinas.
Somos personas.
Punto.
Bien.
Todos tenemos épocas malas. Todos. To-dos.
Esto es normal.
Lo que no es normal es que esa época mala se alargue en el tiempo.
Entonces, hay que tomar medidas.
Cada uno que tome las que considere, que para eso somos adultos.
Pero te voy a contar una que me ayudó.
Mucho. Un poco no, muchísimo.
Y sigue haciéndolo a día de hoy.
Mi tabla de salvación a la que me agarré fuerte fue la evaluación.
No fui un iluminado que se interesó por la evaluación. No.
Fue una necesidad. Pura necesidad.
Conocer qué aprendía el alumnado fue donde puse toda mi energía.
¿Por qué el alumnado me interesara en esa época mala? No era lo que más me interesaba, la verdad.
Por que no quería seguir así yo. Llámame egoísta. Bien. Aceptado.
No pasa nada. La vida está bien así.
Pero si uno no mira por uno… ¿cómo va a mirar por los demás?
La evaluación me permitió construir unos cimientos robustos en mi docencia.
Me permitió NO ir de flor en flor sin saber a dónde me dirigía.
Me permitió NO convertirme en el bufón de la corte (digo, del centro).
Ni en el caricato que deambulaba escaleras arriba y abajo cada cambio de clase.
Ni tampoco en el animador en esos días especiales que todos se acuerdan del de EF (entre otras cosas para no doblar el lomo y seguir sentados en su sillón de jefe).
A ver.
Nada en contra de hacer el caricato, de ser animador, de ir de flor en flor…
…todo eso es perfectamente compatible con querer saber qué aprende tu alumnado y cómo poder ayudarle.
Perfectamente compatible.
Eso sí.
Hay que construir esos cimientos.
Si te digo que se construyen de hoy para mañana, pues no sería serio, claro.
Y esto es para gente seria. Adulta. No niños.
PD. El día 22 de septiembre lo quito de la venta al menos durante lo que resta de año y entrado el siguiente. Luego, ya veremos.
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