#11 ¿Es el juego en educación física educativo o des-educativo?

Muy buenos días a todos y todas nuevamente. Una vez más, un año más, llega el final del curso y con él una reflexión. Podría hacer un balance del curso, pero eso me lo guardaré para mí al no considerarlo relevante para contar, sin embargo lo que sí me gustaría contaros y así despedirme con ello, hasta el curso que viene, es hablando del JUEGO -con mayúsculas-. El Juego para la vida y la vida para el juego.

Es tan importante el juego en la vida del niño, en el desarrollo del niño, en la educación del niño que cualquier cosa que se le plantee al niño como un juego tiene grandes posibilidades de ser aprendido, de ser llevado a cabo, de que se haga,… incluso poner la mesa para comer cobra otro sentido para los niños si el planteamiento es a través del juego (pero bueno eso es otro tema en el que no vamos a entrar).

Con el título a esta entrada, [piopialo]»el juego para la vida, la vida para el juego»[/piopialo], quiero poner de manifiesto la utilidad que tiene el juego para la vida en general, tanto de niños como de adultos, y cómo todos los aspectos aprendidos a través del juego se extiende a la vida adulta y de ahí «la vida para el juego».

Me explico. A través del juego el niño aprende, se relaciona, se conoce, se alegra, siente disfrute, también frustración, siente rabia, siente el conflicto, siente servir de ayuda para alguien, siente formar parte de un grupo, sienten la comprensión, el compañerismo, la importancia de la comunicación, de la honestidad, de… ¿Acaso no todo eso se da luego en la vida adulta?

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Los valores del juego no siempre son los deseados

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Comentaba en otra entrada que los valores en educación física no siempre son positivos, que el deporte no tiene valores buenos de por sí, sino que depende de la forma en la que se enfoquen. Si se enfoca desde la deportividad, respeto de los compañeros y adversarios, la honestidad… los valores que se le transmiten al niño/a serán los adecuados. Sin embargo, si se enfoca desde la competitividad por encima de todo, el desprecio a los compañeros, el no cumplimiento de las normas,… los valores que capte el niño o niña no serán, ni de lejos, los deseados ni más educativos.

Por eso mismo tenemos que tener siempre presente, y digo siempre, que[piopialo]los juegos pueden ser un arma de doble filo[/piopialo], como casi todo en esta vida:

• [piopialo]El juego puede suponer una fuente de placer y disfrute, pero también de frustración y ansiedad[/piopialo].
• [piopialo]El juego puede suponer una fuente de amistad y compañerismo, pero también de enemistad y conflicto[/piopialo].
• [piopialo]El juego puede suponer una fuente de inclusión y acogimiento, pero también de segregación[/piopialo]y discriminación.
• [piopialo]El juego puede suponer una fuente de colaboración, pero también de individualismo[/piopialo].
• [piopialo]El juego puede suponer una fuente de cooperación, pero también de competitividad desmedida[/piopialo].
• El juego puede suponer una[piopialo]fuente de respeto hacia compañeros y adversarios, pero también de desprecio y desconsideración[/piopialo] hacia éstos.
• [piopialo]El juego puede suponer una fuente de superación personal, pero también de superar a los demás[/piopialo].
• [piopialo]El juego puede suponer una fuente de tolerancia, pero también de inflexibilidad[/piopialo].
• El juego puede suponer…

Enseñemos el juego de la manera adecuada para tener adultos sanos corporal, social y mentalmente

El juego puede suponer tantas fuentes contradictorias unas entre otras, que requieren de esa guía que deben ser los adultos (padres, madres, maestros, monitores, abuelos, abuelas, etc.) para que el juego sirva para la vida. Para que esos valores que se transmitan y aprendan con el juego sirvan para formar a personas adultas con esos valores positivos que tanto se demandan en las sociedades.

Por ello es fundamental que:

• Enseñemos a los niños que cuando juegan con alguien que no tiene las mismas habilidades que ellos, deben ser, precisamente en esos momentos, más solidario y hacer un esfuerzo mayor.
• [piopialo]Enseñemos a los niños que el fin de los juegos es aprender y disfrutar, antes que competir de forma feroz[/piopialo].
• [piopialo]Enseñemos que hay que intentar hacer lo mejor que se pueda, pero que ganar no es lo último[/piopialo], sino superarse y quedarse tranquilo con el esfuerzo que haya realizado cada uno independientemente del resultado.
• [piopialo]Enseñemos a los niños a sentir el placer de ayudar a alguien a integrarse a través del juego[/piopialo], cualquier juego.
• [piopialo]Enseñemos a los niños a entender que no todo es obtener una mejor puntuación que el otro[/piopialo], sino que hay cosas que no se pueden medir con puntos que son más importante (satisfacción, alegría, honestidad, solidaridad, ayuda a los demás,…)
• [piopialo]Enseñemos a los niños a  resolver los conflictos que se generan en el juego a través del diálogo[/piopialo]y acuerdos que ellos consideren justos.
• [piopialo]Enseñemos a los niños a tolerar los errores de los demás y hacerles ver que nadie falla queriendo[/piopialo].
• [piopialo]Enseñemos a los niños a utilizar los juegos para establecer y afianzar relaciones sociales[/piopialo].

Conclusión sobre el juego y su importancia

Hay tanto que enseñar a través de los juegos… Algo que parece tan insignificativo, tan irrelevante, tan superficial como es el juego, tiene tanto que ofrecer que es de absoluta necesidad que se le preste la atención que requiere. Ya hemos visto como[piopialo]un enfoque u otro puede hacer del juego algo digno de admirar o algo digno de despreciar[/piopialo].

Pues con esta reflexión me quiero despedir animando a que en esta época estival tan dada al juego, por aquello del tiempo disponible, se juegue todo lo posible y se utilice el juego de una forma positiva, de una forma que ayude a desarrollar todos esos valores positivos que queremos que tengan los niños y niñas de hoy en día, para que así, a través del juego, se adquiera todo lo necesario para llevar a cabo una convivencia en sociedad de lo más sana, y por tanto saludable, posible. [piopialo vcboxed=»1″]Un niño que sabe jugar es un niño que sabrá vivir[/piopialo].

Que pasen un feliz verano -cada cual a su forma-, que disfruten del y con el juego y que sean felices. A mi me haría feliz que me dejaras un comentario en esta entrada o una valoración de 5 estrellas en iTunes o en iVoox  comentándome qué piensas al respecto, estos temas siempre dan mucho «juego» para diferentes opiniones. Además una valoración de 5 estrellas ayudaría a que el podcast estuviera mejor posicionado en iTunes y así pudiera llegar a cualquier persona que estuviera interesada en la educación física, ya sea padre, madre, compañero/a de profesión, monitores, abuelos…  ¡Difundamos la educación física! 🙂

Otras reflexiones:

• Frustración y educación
• Emoción, educación y educación física
• Reflexión sobre la autoestima
• Consumismo, manualidades y afectividad
• Prisas en educación