#429. Planificar con saberes aislados Vs integrados en E.F.
Te pregunto lo que me preguntaron: «¿sueles trabajar de forma integral los distintos saberes o presentas unidades más aisladas, es decir, unidad de juegos tradicionales, de lanzamientos, de habilidades genéricas?». Esta misma pregunta recibí el otro día y hoy te la voy a contestar.
La cosa promete más de lo que pueda parecer.
¿Qué vamos a ver exactamente?
- El problema que hemos heredado (saberes aislados. Aunque no siempre es un problema)
- Cómo solventar el problema (saberes integrados)
- Ejemplos prácticos.
Vamos allá.
El problema que hemos heredado (saberes aislados. Aunque no siempre es un problema)
Vamos a empezar con una pregunta clave:
¿Cómo se estructuran normalmente las clases de Educación Física?
Si miramos cualquier planificación tradicional, encontramos esto:
- Unidad 1: Esgrima escolar.
- Unidad 2: Atletismo.
- Unidad 3. Jugger en educación física.
- Unidad 4: Break Dance.
- Unidad 5: Danzas del mundo.
- Unidad 6. Orientación en educación física.
- Etc.
Vale.
Cada contenido, digamos, que tenía su propia unidad. Su propio compartimento.
¿El problema?
Pues que haciéndolo así, el protagonista es el contenido. Claro, en un mundo donde hay fútbol, baloncesto, voleibol, balonmano y atletismo, tiene mucho sentido dar ese tipo de cosas.
Pero en un mundo en el que hay cientos y cientos y cientos de deportes alternativos, pues claro, ya no tiene tanto sentido centrarse en el contenido. En este curso de deportes alternativos de invasión, tienes 5 tipos que, lo mismo, alguno no conoces.
Ya no es tan relevante el contenido.
El contenido ha dejado de ser relevante. Bueno, en realidad, lleva muchos años ocupando un segundo (o tercer e incluso cuarto) lugar.
Tanto es así, que el propio sistema educativo cambió de paradigma con la introducción de las competencias en 2006, y pasamos de la importancia del saber al saber hacer.
Por seguir con los ejemplos de los deportes.
Un profesor puede decir, «hoy toca voleibol» y enseñar todo lo que esté relacionado con el voleibol: golpeo de antebrazos, toque de dedos, saque, rotación, remate… Y los estudiantes aprenden voleibol sí, pero…
¿Y si luego fuera del ámbito escolar uno quiere aprender badminton, o tenis, o bigball-X, o pickleball, o ping-pong, o hooverball, o pádel…?
Qué ocurre si el mismo profesor llega a clase y dice «hoy toca aprender a regresar a la posición base».
Fíjate, en este caso, no importa que luego el chaval quiera jugar a cualquiera de los deportes de red que hemos comentado anteriormente. ¿Por qué? Porque todos, al ser deportes de red, comparten ese concepto táctico defensivo.
En este caso, hemos pasado de contenido (voleibol) a objetivo (regresar a la posición base). Y precisamente, por ahí pasa la solución.
Pero, ojo.
Que si tú, en tu contexto tienes claro que enseñar un contenido de tradicional, mejorará la adherencia de tu alumnado a la práctica de actividad física, lógicamente tienes que hacerlo y no pasa nada. ¿Me sigues?
Es decir, que todo son contextos. Todo.
Cómo solventar el problema (saberes integrados)
Entonces, ¿cómo podemos cambiar esto?
La clave, como hemos dicho anteriormente, es pasar de pensar en contenidos (o saberes) a pensar en objetivos de aprendizaje.
El propio Anexo III del R.D. tanto de Primaria (157/2022) como de Secundaria (217/2022) dice de forma literal:
Las situaciones deben partir del planteamiento de unos objetivos claros y precisos que integren diversos saberes básicos.
Es decir, hay que partir de los objetivos.
Pero no solo eso.
También dice que para conseguir éstos se deben integrar diversos saberes.
Pero voy más allá, porque todo esto es de sentido común.
¿Con qué material se hacían las casas, y las catedrales de las diferentes ciudades? Con el material que tenían cerca.
Es decir, los materiales son los saberes.
Da igual cómo se construyera la catedral, lo importante era el objetivo, lo que ocurría dentro.
Con la EF es igual, da igual los saberes (lógicamente tienen que ser del área), pero lo importante son los objetivos.
Vamos a ver algunos ejemplos prácticos para ilustrar.
Ejemplos prácticos de contenidos aislados Vs integrados.
Vamos a ver algunos ejemplos prácticos para ilustrar mejor lo que venimos hablando.
Ejemplo 1: Ocupar los espacios libres (desmarcaje)
Supongamos que quieres que el alumnado aprenda el concepto táctico ofensivo de ocupar los espacios libres en los deportes de invasión alternativos o tradicionales (eso da igual). En lugar de limitarte a usar el fútbol, podrías usar:
- El cordoball: para que el «jugador meta» se desmarque y sea más fácil conseguir el tanto.
- El balonmano: para fomentar el desmarque y así facilitar el avance de la pelota (mediante pase) hacia el objetivo común.
- La rosquilla: seguir fomentando el desmarque pero metiendo variedad en las acciones motoras.
Trabajar de esta forma hace que los estudiantes sean capaces de trasladar los aprendizajes de contextos. Hace que puedan transferir los conocimientos adquiridos practicando un deporte a otro.
Al final, como promulgaba Berstein, se trata de repetir sin repetir. Y eso se consigue trabajando el objetivo.
Porque el objetivo no es que aprendan fútbol o fosiball, o ringol, el objetivo es que ocupen los espacios libres para desmarcarse.
Bueno, veamos otro ejemplo ahora con habilidades motrices básicas.
Ejemplo 2. Comunicar 3 emociones a través del movimiento.
Imagina en esta ocasión que buscas que los estudiantes comuniquen diferentes emociones a través del movimiento. En lugar de utilizar una coreografía, podrías usar:
Cualquiera de esos saberes te puede servir para conseguir tu objetivo. No te tienes que limitar a uno solo, porque si tu objetivo es comunicar 3 emociones, da igual que lo hagan cuando practican acrosport, que cuando están bailando una danza del mundo, que cuando están haciendo alguna dramatización. Todo eso pasa a un segundo plano.
Es así como se pueden integrar diferentes saberes o contenidos, dentro de una misma situación de aprendizaje.
Solo hay que cambiar el paradigma a la hora de planificar y no pensar en contenidos sino en objetivos.
No digo que esto sea fácil, pero es el camino que hay que seguir.
Trabajar con objetivos que atraviesan diferentes deportes, diferentes actividades, en definitiva, diferentes saberes.
Resumiendo
Hemos visto que de forma tradicional, lo primero que se hacía era decidir el contenido (voleibol, atletismo, etc.) y luego definir lo que ibas a enseñar. Hacerlo así dificulta la transferencia de aprendizajes y la alternativa es partir de objetivos de aprendizaje y utilizar cualquier contenido para alcanzarlos.
Lo de partir de objetivos no es algo que me haya inventado, sino que viene recogido en el currículum. Y éste apuesta primero por definir qué quieres que aprendan (recuperación de posición) y después eliges los saberes, o contenidos, para enseñarlo.
Este enfoque es más flexible porque no te encadena a un contenido concreto sino que te da la libertad de que si algo no está funcionando como tú quieres poder cambiarlo sin perder el objetivo de aprendizaje.
Se produce también una mayor transferencia de conocimientos debido a la los aprendizajes se aplican a diferentes contextos.
Y el alumnado, y esto es muy importante, es parte activa del aprendizaje puesto que entiende el para qué de lo que tiene que hacer y aprender y no solo el qué.
Y recuerda:
«No importa si juegan a voleibol, bádminton o Bigball-X (o cualquier otro contenido)… lo que importa es qué están aprendiendo.»
Pasa un gran día.
Kisco.
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