Discapacidad. Proyecto «Educación Física en familia»: 5ª edición

La familia es un pilar en la educación. Y dentro de la educación los niños con discapacidad son un ejemplo constante de superación y esfuerzo, el cual tenemos que admirar y respetar, en la misma medida que a cualquier otro niño, ni más, ni menos. El proyecto de «Educación Física en Familia», este año, se ha centrado en la discapacidad.Este ha sido el quinto año consecutivo que llevamos a cabo el proyecto «Educación Física en Familia», y en esta ocasión hemos dedicado estas jornadas a trabajar la empatía hacia las personas con discapacidad física. De este modo nos hemos sumado al proyecto «Viajamos en el mismo tren», que cada año lleva a cabo el EOE de nuestro Centro.

La discapacidad física. Juegos utilizados.

La falta de una mano para realizar un juego de lanzamientos -el balón sentado-, simulando ser mancos, y la falta de visión, simulando ser ciegos, fueron las dos discapacidades sobre las que estuvimos trabajando en las sesiones llevadas a cabo con los cursos de 2º, 3º y 4º del CEIP «Miguel Rueda».Para trabajar esta empatía, antes de comenzar cualquier juego les comentamos a los padres que nos gustaría que pusieran su atención en como se sentían durante el juego, en cuáles eran sus sentimientos, para posteriormente hacer una pequeña puesta en común y reflexión.Comenzamos a jugar al juego de Balón Sentado y para simular ser mancos, solamente nos pusimos una mano detrás de la espalda y comenzamos a jugar. El juego visto desde fuera tenía la misma intensidad y la misma dinámica que si lo estuvieran jugando personas con ambas manos.Después de terminado este juego pasamos a la segunda fase: simular la ceguera. Esta parte se realizaba en parejas. Uno hacía de ciego y otro de guía. Para esta fase establecidos una secuencia de tres pasos: Caminar junto a tu guía era la primera, en trotar consistía la segunda y una tercera consistía en superar o jugar con los obstáculos por el espacio.Una vez finalizadas estas dos fases, terminábamos la sesión con una vuelta a la calma en la que establecimos diferentes obstáculos en una línea recta (conos, picas, etc.) de unos 2-3 metros de anchura. El niño tenía que ir de un punto A a otro B. En la salida tenía que memorizar los diferentes obstáculos y el camino que tenía que recorrer, ya que con posterioridad, se le vendaban los ojos y tenía que intentar llegar al punto B (meta). Durante el trayecto podía recibir las indicaciones de padres, madres o niños que no estuvieran haciendo el recorrido.Finalizada la vuelta a la calma, terminamos realizando una pequeña reflexión basada en las dos fases que habíamos trabajado durante la sesión:

• Referente a la primera parte (juego del balón sentado simulando ser manco), les referimos una pregunta: ¿alguno de ustedes ha sentido pena de sí mismo mientras jugaba? A esta pregunta la respuesta más generalizada fue la de NO. Por lo que la siguiente pregunta estaba servida ¿Y entonces porque tenemos pena o lástima cuando vemos la discapacidad en otras personas? la respuesta mayoritaria fue el silencio.
• Sobre la segunda fase (simulación de la ceguera), comentamos que probablemente fuera una de las discapacidades, para los videntes, que más angustia, miedo e inseguridades provocaban. Sin embargo en escasos 10-15 minutos y con la ayuda de un guía, se fue capaz de andar, trotar y de salvar obstáculos por el espacio e incluso jugar con ellos -subirse encima de un banco sueco y atravesarlo, pasar por debajo de un banco, pisar colchonetas, etc.-. De este modo quisimos hacer ver que la gente que sufre de ceguera es capaz de realizar infinidad de cosas, haciendo hincapié en que no siempre es necesario la presencia humana como guía, sino que un material -bastón-, un animal -perro guía-, o su propio cuerpo son ayudas más que suficientes para poder moverse por aquellos ambientes más familiares.

Creo que ha sido una sesión en la que el juego nos ha servido para empatizar y reflexionar sobre aquellas personas que tienen una discapacidad física. Uno de nuestros principales objetivos era contribuir a la normalización de aquellas personas que tienen alguna limitación de movimiento o privado de alguno de sus sentidos. Y este objetivo no queríamos dejarlo recaer solamente sobre los niños, sino que también queríamos hacerlo extensivo a las madres y padres de ellos, para entre todos hacer más fuerza en esta línea. Todos diferentes, todos iguales. ¿Lo habremos conseguido? En educación, y esto sería motivo de otra entrada, es muy difícil valorar el impacto de lo transmitido. Solo las personas implicadas, y el tiempo, pueden hacer esa valoración.

Como cada año, ha sido un lujo contar con la presencia de las madres y padres en las clases por diversos motivos, entre otros para prestarse a vivir esta experiencia, y por otro, porque hacen de un día normal, un día muy especial para los más pequeños. Estaríamos más que satisfecho si a uno solo de los padres o madres les ha servido esta experiencia para replantearse ciertos pensamientos hacia las personas con discapacidad ¿Habrá sido posible?. A todos: GRACIAS.No olvide suscribirse a esta nueva página web sino quiere perderse próximas entradas. También trabajamos la discapacidad en:Lip-dub día de la discapacidadEntrevista a Rafael López Ordóñez, uno de los mejores paratriatletas del mundoDiscapacidad y Educación FísicaSintiendoAyudando a los peques